lunes, 1 de diciembre de 2014

Stardust

Otra novela de Neil Gaiman convertida en película... O más bien, que inspiró una película. Es muy complicado hacer la comparación entre la novela y la película pues su contenido es bastante diferente.

En lo personal, no creo que esto sea algo malo. Por supuesto, siempre que uno lee un libro que le interesa y sabe que va a existir una versión cinematográfica, las exigencias y expectativas son muy altas. Como consecuencia, cuando suceden cosas como esta, el grupo de seguidores del libro suele salir a defensa de la obra original, despreciando el producto derivado. Algunas veces tienen razón, pero no creo en que ese extremismo sea adecuado cuando se habla de formas de arte muy diferentes, con diferentes medios, diferentes mercados y diferentes mentes creativas. Personalmente prefiero una buena reinterpretación de un libro que una mala adaptación, porque además me ofrece la ventaja del elemento "sorpresa".

Para mí, Stardust es de estos casos. Si bien la novela de Gaiman tiene una narrativa ágil, debo decir que es mucho más emocionante la progresión de eventos en la película. Para ser justos, hay que reconocer que la versión de cine tiene la ventaja de poder integrar más elementos (musicales, de arte, digitales) que el libro no puede; sin embargo, pensando en un desarrollo dramático, Stardust cine te mantiene más aferrado a tu asiento que Stardust letras.

Algo que me encantó del film es la actuación de Michelle Pfeiffer como la Reina Bruja. ¡Qué villana tan deliciosa! Parte del éxito de la película para construir a un clímax es la aportación histriónica de Pfeiffer a la cinta. Ella aporta una profundidad a su personaje que aporta el ambiente ideal para el drama, el horror y la comedia. Además, con el cambio en la identidad del personaje, se le da más peso e importancia, volviéndola también la líder de las Lilim y eso le da la oportunidad de crear una villana memorable.

También, quisiera hablar un poco entorno al personaje del Capitán Shakespeare. Sin duda debió haber sido la más grande sorpresa para todos los lectores de la novela. El maravilloso personaje de Robert De Niro no existe en la creación de Gaiman y aunque es un detalle de gusto dudoso, aportó maravillosamente a la película.

El Capitán del barco en el que terminan Tristran e Yvaine en la novela es una imagen más clásica de un marinero que, si bien de buen corazón y buenos modales, hace las veces de amigo y protector de los protagonistas. El Capitán Shakespeare, sin embargo, va un poco más allá. En la versión de cine hace las veces de maestro y mentor, es sin duda el hombre sabio que les da las claves a los protagonistas para poder completar su misión y adopta ciertas características paternales que lo vuelven un personaje redondo y con múltiples dimensiones. De Niro, como era de esperarse, interpreta al Capitán de una forma espectacular y sobria, ya que si bien es un personaje con tintes cómicos, pudo haberse convertido fácilmente en un personaje caricaturesco y sobreactuado.

En la novela, Gaiman habla como Tristran recuerda sus días en el barco como de los más felices de su vida. A nosotros nos pasa lo mismo. Toda la sección del film que se desarrolla en el barco del Capitán Shakespeare es sin duda lo más maravilloso que tiene la cinta, en cuestión de producción y como argumento narrativo. Esta parte es como un paréntesis, casi como un sueño que pone en pausa la problemática central de la historia. Tal vez por eso son los días más felices de Tristran, porque sin duda es un periodo libre de preocupaciones y lleno de tranquilidad, que se simboliza perfectamente con un barco flotante que navega entre las nubes.

La película vale realmente por su elección acertada de elenco y su reinterpretación acertada del texto de Gaiman, lo demás es bastante promedio. Lo que sí no me convence del todo es la sutil progresión de la historia de crecimiento personal (Boy becomes Man) de Tristran a volverse un romance "inesperado" (Boy meets Girl). Sí, toda historia necesita de esos toques de romance, pero volverlo el centro del argumento tal vez no fue lo más acertado. La otra cosa que no me dejó completamente satisfecho fue el final, que de cierta forma es parte de lo mismo. Si no fueran bastantes cursilerías en el último cuarto de la película, el final se lleva el premio. Es muy bonito sin duda que se amen por siempre y regresen juntos al cielo con la vela de Babilonia... Pero creo que el final de Gaiman es más poético, dándoles a ambos una vida de amor juntos y a Yvaine una vida eterna de soberana de Faerie (Stormhold es sólo uno de los reinos), una vez que Tristran pasa a mejor vida.



Ficha técnica:

Stardust (2007)
Dir: Matthew Vaughn
De: Vaughn y Jane Goldman (screenplay) / Neil Gaiman (novela)
Marv Films

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